El Festival es probablemente nuestra herramienta de promoción de cara al mundo más rentable, útil y efectiva. La proyección mediática que tiene Sitges –Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya– hoy día es de un valor excepcional: casi 450 millones de impactos en prensa escrita, radio, televisión e internet, gracias a la cobertura que realizan los más de 400 medios de comunicación acreditados. Este escenario favorece que en el mundo cinematográfico, cuando se habla de nuestro Festival a menudo se utiliza el término Sitges en una clara muestra de asociación del certamen a la villa. Por este motivo, fue una idea muy acertada, cuando era alcalde Pere Junyent, el Festival instaló su photocall en uno de los miradores de Aiguadolç, para que las imágenes de actores y directores que aparecían en los medios de comunicación gráficos tuvieran el perfil de Sitges como escenario de fondo.
Desde el punto de vista artístico, la apuesta de los últimos años por el cine fantástico y sus variantes –terror, ciencia ficción, animación, asiático…– ha sido muy adecuada y ha contribuido a dotar al certamen un marcado perfil, acogido con complicidad por la crítica y el público.
Aunque, en Sitges hay una cierta sensación de que el Festival ha ido perdiendo, con el paso de los años, parte de su carácter y del perfil sitgetano. No les falta razón a los sitgetanos que consideran que la presencia y el ámbiente del Fantástico es en estos momentos casi residual en las calle del centro de la villa. Esta tendencia, que se ha ido agrandando los últimos años, ha generado un cierto y preocupante distanciamiento entre el pueblo y el certamen, que hay que corregir con urgencia.
Por tal motivo, el nuevo gobierno municipal perfiló entre sus actuaciones más inmediatas, programar actos orientados a reforzar la presencia activa del festival al centro del pueblo y recuperar los vínculos afectivos entre los sitgetanos y su Festival. La decoración y ambientación de calles, los menús fantásticos que una veintena de restaurantes del Gremi d’Hostaleria han programado para estos días, la colaboración con los centros escolares para que los niños y niñas puedan asistir a sesiones especiales o la gran respuesta de dibujos realizados por los alumnos y que se colocarán en diversos comercios de la villa son algunas de las acciones orientadas en esta línea.
Sitges necesita un Festival sólido y en plena proyección. Y el Festival necesita la ayuda, el aprecio y afecto de todos los sitgetanos y sitgetanas. Estos hechos tienen como objeto potenciar y favorecer esta relación.
Deseo a todos los asistentes al Festival y a la gente que nos visita estos días que disfruten de la magian del cine!
