lunes, 17 de octubre de 2011

La política social, una prioridad

Hace unos días, empezó, por iniciativa de la Regidoria de Benestar i Familia del Ajuntament de Sitges, un taller de ayuda a personas que tienen a su cargo familiares en situación de dependencia. Las sesiones tienen como finalidad dotar de un marco de conocimientos y experiencias a cuidadores no profesionales de personas con diversos grados de dependencia. Se trata de una acción de acentuado valor y apoyo para aquellos que cuidan de familiares que comparten problemas y donde pueden obtener soluciones a situaciones comunes.

Las políticas de apoyo social constituyen uno de los ejes básicos del gobierno municipal de La Nova Majoria. En Sitges, más allá de la delicada situación socio-económica actual, hay gente que sufre. Mucha más de la que a menudo nos imaginamos, a pesar de los resultados de empleo que se hicieron públicos la semana pasada, que ponen de manifiesto que el paro en el municipio es del 9,5%, seis puntos por debajo de la media catalana; un dato que inyecta esperanza pero que de ninguna manera ha de ser conformista.

Las actuaciones orientadas a los colectivos que más sufren y que necesitan apoyos activos han de ser, pese a la situación de restricciones presupuestarias y drásticas reducciones, una prioridad de las acciones de las diferentes administraciones. Un buen ejemplo de esto es el anuncio hecho la semana pasada por el conseller de Benestar Social I Familia, Josep Lluís Cleries, de ampliar a 4.500 plazas potenciales de residencia para la gente mayor. Es decir, a pesar de que el difícil contexto y las envenenadas herencias recibidas por los anteriores gobiernos (de Sitges y de la Generalitat) obliguen a reorientar los presupuestos y optimizar los servicios y prestaciones, las políticas de apoyo a los que más las necesitan se han de mantener en el primer nivel de la acción institucional.

¿Como se hace esto compatible, en un momento en que los ingresos se han reducido considerablemente, el país sufre un gran déficit fiscal y el volúmen de solicitudes de prestaciones se incrementa de la misma manera como empeora la situación económica? La ecuación no es de fácil resolución, si bien tampoco resulta imposible aplicarla. Imaginación, equilibrios financieros y voluntad de servicio pueden producir una combinación favorable para activar líneas de ayuda social.

La ejecución de una amplia política que pondere la austeridad con la prestación necesaria de servicios es la base de cualquier planificación institucional. Un buen ejemplo de este principio es el hecho de que Catalunya ha doblado en los últimos diez años el gasto sanitario pese a que el crecimiento demográfico tan solo ha sido de un 20%. Estos datos nos indican que los responsables institucionales han de ser precisos en la administración de los recursos públicos y que los ciudadanos han de ser cuidadosos  en su correcta utilización. Pero también ponen de manifiesto que las políticas sociales y de ayuda a las personas y colectivos que más sufren han de ser prioritarias en la acción de gobierno. Y este es un principio que hemos asumido el gobierno municipal de Sitges.

Aprovechando estas líneas, invito a todos los sitgetanos y sitgetanas al acto de presentación del Pla de Mandat, que se celebrará el próximo jueves 20 de octubre a las 19.30 horas, en el Palau Maricel.