El pasado jueves 20 de octubre presenté en un acto público el Pla de Mandat 2011-2015, el documento que define las grandes líneas de actuación que marcarán la acción de gobierno en esta legislatura y que se basan en cuatro ejes:
- el Sitges de las personas
- el turismo como motor de renacimiento
- la búsqueda de nuevos modelos económicos
- el respeto por el entorno y el patrimonio
El Pla de Mandat es la herramienta que señala los objetivos de los próximos cuatro años, pero también el instrumento que nos permite estar con los pies en el suelo, ya que define la velocidad y contempla la viabilidad administrativa y financiera de las actuaciones programadas. En definitiva, es el corpus programático que el gobierno de la Nova Majoria ha elaborado fruto de un análisis exhaustivo de la difícil situación económica actual, aunque con la firme voluntad que constituya un elemento de progreso y renovada ilusión para Sitges y sus ciudadanos.
Los cuatro ejes que articulan el Pla de Mandat integran una larga lista de acciones que realizará, impulsará o ayudará el Ayuntamiento de Sitges. Se trata de cuatro ejes interconectados entre sí, que, globalmente, retratan un Sitges competitivo, orgulloso de su pasado y su identidad integradora y que hace de la atención y ayuda activa a los ciudadanos la bandera de su acción.
En este sentido, el primero de los cuatro puntos del Pla de Mandat (el Sitges de las personas), es una absoluta prioridad para el gobierno, ya que busca garantizar el desarrollo integral de las personas en todo su ciclo vital. Las políticas activas de empleo, la aplicación de programas específicos de formación y un apoyo activo y real a las empresas locales y emprendedores constituyen líneas básicas de la acción de gobierno.
El segundo eje (el turismo como motor de renacimiento) tiene como finalidad activar un gran paraguas del que cuelga un amplio programa de acciones destinadas a ayudar a Sitges como destino turístico de calidad. Recuperar los índices de calidad que se habían perdido y reposicionarnos en el mapa internacional requiere aprovechar sinergias, establecer acciones conjuntas con el sector privado y ofrecer un abanico de actividades culturales y de ocio lo suficientemente amplio para que sea un elemento determinante.
El tercer eje está directamente vinculado con el anterior. La búsqueda de nuevos modelos económicos que diversifiquen los ingresos y el empleo y la creación de oportunidades para los emprendedores son acciones que contribuirán a dotar de mayor seguridad a la villa y a sus ciudadanos. Paralelamente, una de las principales actuaciones municipales –y una necesidad absoluta a causa de la deuda– es redireccionar la crítica situación financiera del Ayuntamiento como consecuencia de la aplicación de un modelo de gestión y gastos totalmente erróneo. La implantación de una nueva cultura de la administración y gestión de los recursos es una batalla que hay que ganar cada día.
Por último, y también vinculado al resto de los puntos, el cuarto eje –el respeto por el entorno y el patrimonio– ha de ser asumido como una asignatura diaria por la Administración y por el conjunto de la ciudadanía. Los criterios de planeamiento y gestión integrada del municipio y del litoral, el desarrollo del Catàleg del Patrimoni –que garantiza la conservación de nuestra esencia arquitectónica– y la defensa del entorno natural constituyen una obligación que tenemos que legar a las futuras generaciones para que Sitges mantenga su alma y características de las que nos sentimos muy orgullosos.
Al final, aprovecho estas líneas para sumarme al sencillo pero sentido homenaje al artista Manel Ferrer realizado el pasado domingo en la que fue su casa, en la calle Lope de Vega. De sus pinceles y de su amor por Sitges nació una larguísima lista de obras de arte con la imágen de la Punta que hoy luce en tantas casas en todo el mundo y que ha contribuido a hacer que Sitges sea todavía más universal.
