martes, 16 de febrero de 2016

Carnaval: debate necesario

El Carnaval 2016 ha sido intenso. En muchos sentidos del término. Como es habitual en esta fiesta, la hemos vivido con la pasión que la distingue y el lucimiento que la acompaña, pero también con un trasfondo de angustia y polémica sobre el nuevo itinerario de las rúas de la Disbauxa y del Extermini, que nos abre la puerta a iniciar un debate que ya resulta inaplazable: qué modelo de Carnaval queremos?

La polémica sobre el itinerario de las rúas nos invita a reflexionar y estudiar sobre los mejores circuitos. Pero al mismo tiempo también sobre otros temas del Carnaval que necesitan repensarse y que hoy en día requieren analizarse debidamente. Esta edición de 2016 -que la concejala de Cultura y Fiestas, Rosa Tubau, y el presidente de la Comisión, Carlos García, han sabido gestionar ejemplarmente, a pesar de las dificultades latentes y evidentes- nos ha servido para poner sobre la mesa una serie de aspectos que necesitan analizarse.

El actual Carnaval es un modelo evolucionado de hace 40 años. Al final de la Dictadura, Sitges demostró su tradición y pasión carnavalera sacando a la calle, ya en 1976, las primeras carrozas que el Franquismo había prohibido (pero tolerado dentro de las entidades, donde se vivía un Carnaval que los sitgetanos se negaron a trasladar al olvido). En todo este tiempo, el Carnaval ha crecido de manera relevante, ha incorporado nuevos actos y, sobre todo, ha sumado más gente, tanto en la organización como en la participación, que lo hacen una fiesta eminentemente popular y que tiene su motor en los grupos y las entidades. Pero, en cambio, la estructura y el esqueleto del Carnaval es prácticamente el mismo del de la Transición. Se ha hecho más grande, mucho más grande, pero sobre un mismo modelo. Y todo esto hay que analizarlo, examinarlo y debatirlo, para tomar juntos las decisiones que sean más oportunas.

Debemos preguntarnos sobre el recorrido de las rúas -partiendo, pero, de la base, que hay un elemento incuestionable que es el de la prevención y la seguridad, que no podemos poner en riesgo-, pero también hay que hacer más preguntas: sobre el número de carrozas que han de salir, sobre qué duración máxima debe tener el desfile, sobre qué determinados límites de participación y comportamiento establecen en las rúas, sobre la presencia constante de alcohol en las rúas, sobre la retransmisión de la televisión, y de hecho, sobre el mismo sentido del Carnaval. El debate sobre el Carnaval es necesario y urgente.

Por este motivo, como me comprometí a la xatonada de Miércoles de Ceniza en el Retiro, abriremos en breve un debate con las entidades, los grupos, los cuerpos de seguridad y todos los agentes directamente implicados en la fiesta para analizarla y afrontar los cambios que sean necesarios. Con humildad, pero con decisión. Queremos el Carnaval y no podemos mirar hacia otro lado cuando hay aspectos que requieren afrontarse con determinación.

jueves, 4 de febrero de 2016

Desenfreno y fiesta, pero con seguridad

Ya lo tenemos todo a punto. Con el esperado Arribo, mañana abrimos el Carnaval, uno de los momentos más mágicos de nuestro calendario festivo y humano. El Carnaval 2016 llega con la expectación y las ganas habituales, a las que hay que sumar un tiempo primaveral casi inédito y la implantación de unas necesarias medidas de prevención para tener una fiesta más segura.

La medida más comentada, como sabéis, ha sido el cambio de itinerario de los desfiles de la Disbauxa y el Extermini. Las rúas mantienen su ruta por las calles del centro del pueblo, pero con un itinerario modificado pero necesario por razones de seguridad. Los diferentes cuerpos que intervienen en la prevención y la seguridad del Carnaval, con muy buen criterio, habían alertado en varias ocasiones de los riesgos que suponía mantener las rutas habituales. Este cambio había pasado de ser necesario a ser imprescindible para mantener las medidas básicas de prevención y de seguridad. Los nuevos protocolos en materia de prevención, sumados a una simple cuestión de sentido común y políticas de seguridad, aconsejaban de lleno realizar esta modificación cambio.

Los cambios, en nuestras fiestas, requieren cocinarse a fuego lento, pero eso sí, sin pausa. Ya pasó hace tres años, cuando se optó por adelantar los horarios de los desfiles, tanto las infantiles como las de la Disbauxa y el Extermini. La primera noticia generó un cierto distanciamiento en algunos de los colectivos más directamente implicados en la organización de la fiesta, pero una vez pasado el primer Carnaval, las valoraciones fueron positivas y tres años después ya se considera como un hecho plenamente consolidado y casi nadie añora los horarios excesivamente tarde de antes.

El viernes pasado, celebramos reunión de la Junta Local de Seguridad, donde establecimos el sistema de funcionamiento que tendrá el Carnaval en este ámbito. La elevada participación, la llegada de cientos de miles de personas y la aplicación de los protocolos vigentes en prevención y seguridad nos invitan a implantar unas medidas que hagan un Carnaval más seguro para todos, sin alterar su condición de participativo, abierto y lucido. Y en este objetivo fundamental el papel que tienen los diversos cuerpos que trabajan de lleno en este ámbito (Policía Local, Mossos, Bomberos, Potección Civil, Servicio de Emergencias Médicas, Cruz Roja,...). A través de estas líneas, quiero dar las gracias y alentar para realizar su trabajo: si la fiesta es y será un éxito los principales actores son la Comisión, las entidades, los grupos y los diferentes colectivos implicados en el Carnaval.

Ahora sí, es el momento de disfrutar de nuestro Carnaval. El mejor.