No es satisfatorio para el Gobierno que presido, subir los impuestos, y menos en tiempos de crisis como el que vivimos. Pero, hay momentos que los gobernantes han de tomar soluciones desagradables, impopulares y dolorosas. E incluso, decisiones determinadas por ley de obligado cumplimiento. Y este es uno de esos momentos.
La situación económica del Ayuntamiento es, como todo el mundo sabe, complicada. La deuda y el déficit que se encontró este gobierno, ahora hace ya casi año y medio, es insostenible y requiere medidas urgentes e imprescindibles para reducir ambas cosas. Desde que entramos en el gobierno, hemos aplicado una política de austeridad y reducción del gasto, que nos ha permitido reducir mucho la deuda. Por ejemplo, en sueldos de cargos electos y de confianza, la reducción es de 400.000 euros anuales. Y todas las partidas referentes a inversiones, convenios, subvenciones y otras actuaciones han sufrido también drásticas y obligadas reducciones. No hace falta recordar que se han recortado drásticamente los presupuestos destinados a fiestas (la Festa Major ha rebajado más de un 50% su presupuesto). Los gastos de representación han bajado más del 80%. No había otra opción como consecuencia de la elevada deuda y del déficit existente. Y los que ahora cuestionan esta decisión, no la ejecutaron por falta de rigor y de responsabilidad hacia todos los sitgetanos y sitgetanas.
El incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles permitirá compensar esta situación tan complicada por la que atraviesan las finanzas municipales a causa de la pésima e irresponsable gestión de los últimos años. La revisión del IBI está establecida por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que determina que los valores catastrales se han de efectuar cada diez años. El año de la última revisión fue en 1994; por tanto, el Ayuntamiento de Sitges estaba incumpliendo la ley desde hace años. Y no solo la ley, sino que no haberlo subido en época de mejor contexto económico, como hubiera sido lo más razonable, nos obliga a hacerlo ahora, con una situación muy complicada para todo el mundo. El aumento de la tasa ha sido planificado para poderlo hacer de manera escalonada durante 10 años. El año que viene, el incremento será del 20%; en 2014, del 6% y en 2015, del 4%. De ninguna forma, como han manifestado algunos grupos, malintencionadamente, el incremento se sitúa en el 300% ni en ninguna otra cifra que no sean las que acabo de exponer.
Somos plenamente conscientes de que se trata de una medida difícilmente aceptada por parte de los contribuyentes, pero quiero que el conjunto de la población sepa que no había otra opción si no queríamos llevar al Ayuntamiento a una calle sin salida, las consecuencias hubieran sido más catastróficas para todos: vecinos, empresas y muncipio. Con la voluntad de que sea más soportable el incremento, hemos actividado facilades de pago (se podrá fraccionar en tres plazos) y, al mismo tiempo, hemos agilizado una línea de ayudas para los mayores de 65 años, dado que este es uno de los segmentos de la población que acumula más dificultades. Los destinatarios de estas ayudas las pueden tramitar a través de la Oficina de Atención Ciudadana (OAC) hasta el próximo 31 de octubre.
