lunes, 12 de septiembre de 2016

Discurso del Once de Septiembre

Concejalas y concejales del Ayuntamiento de Sitges; Alcalde Jordi Serra, Alcalde Pere Junyent; Director General de la Policía; Inspector y cuerpo de la Policía Local; Sub Inspector y cuerpo de los Mossos; Entidades, asociaciones y clubes deportivos del municipio, Garraf y les Botigues; Formaciones políticas del municipio; Colla Jove de Castellers de Sitges, Escola de Grallers; Sitgetanas y sitgetanos. ¡Buenos días y buena Fiesta Nacional!

Un año más nos encontramos en la Plaza del Ayuntamiento, a los pies de nuestro Hijo Predilecto y catalán ilustre, el sitgetano doctor Bartomeu Robert, para conmemorar el 11 de septiembre de 2016, Fiesta Nacional de Catalunya. Año tras año, y en toda la geografía del Principado, lo hacemos con civismo, respetando la diferencia y con un sentido de respeto por la democracia, por la diversidad social y por la pluralidad política. Muy de Sitges, muy de Catalunya, muy nuestro.

Como alcalde del municipio, dejadme empezar expresando que este acto que compartimos instituciones públicas y sociedad civil, me hace sentir especialmente orgulloso de pertenecer a Sitges y a Catalunya. Conmemorar y recordar la identidad de un pueblo, y no olvidarla, es nuestro deber como nación, pero también nuestro cometido como representantes de la sociedad civil y de las instituciones.

Catalunya vive un momento apasionante, digno de elogio. ¿Por qué de elogio? Pues porque después de 300 años seguimos alzados como pueblo, reivindicando nuestros derechos y, lo más importante, lo hacemos desde el respeto hacia la libertad, abrazados a la convivencia y a la paz, y convencidos de la riqueza de la diversidad de opiniones.

Catalunya no es propiedad de nadie. Tampoco hay buenos catalanes ni malos. Catalanes somos todos, pero como catalanes tenemos que poder decidir qué y cómo queremos ser! No hace mucho, aunque el tiempo pasa volando, cuando este país comenzaba a discutir sobre el pacto fiscal, el Estatuto o el concierto económico, cuando en el debate político ya se iba más allá de la autonomía con la que se ha convivido durante más de 30 años, se escuchaban algunas voces (por suerte, no muchas) donde nos trataban de insolidarios o de querer tener privilegios que otros no tienen.

Nada más lejos que eso. No se ha entendido o no nos hemos explicado suficientemente bien. Catalunya es uno de los pueblos más solidarios del mundo y así lo hemos demostrado. La solidaridad forma parte de nuestra esencia y por eso la reivindicamos, y más en un día como hoy donde todas las palabras llevan acento. También la solidaridad del pueblo catalán! Este es un acento importante.

Solidaridad con los catalanes en situación vulnerable. Nuestro día a día como país, también como ayuntamiento, nuestra principal misión. Solidaridad con los pueblos de España. Solidaridad con los compañeros europeos. Y solidaridad, también desde Sitges como villa refugio, con todos los que huyen de la guerra o del hambre para tener una vida mejor y una oportunidad en nuestra casa. Un hecho que tampoco puede pasar por alto en un día como hoy es lo que hace 300 años pasó en nuestro país. Repasar la historia nos hace mejorarla o almenos intentarlo. Este es otro acento importante.

Como bien sabéis, este año se cumplen los 300 años de la promulgación y publicación del Decreto de Nueva Planta el 16 de enero de 1716. La Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Catalunya siguiendo el modelo de Castilla. Un decreto que acabó con las instituciones propias de Catalunya como Estado. Un decreto que disolvía sus estructuras políticas, económicas y culturales.

Felipe V, con el apoyo de las tropas castellanas y francesas, ocupó el Principado e impuso este nuevo orden político que significó el fin de cualquier rasgo institucional propio y la subordinación a un nuevo sistema de gobierno absolutista. La Nueva Planta de Felipe V supuso la imposición de un modelo político, la imposición de una lengua y la imposición de subordinación a las instituciones de Castilla. La centralización política, la uniformización territorial y la aplicación de un solo derecho común fueron los puntos del Decreto que más contribuyeron a querer silenciar lo que hoy está más vivo que nunca: la libertad y los anhelos del pueblo catalán.

A pesar de los intentos de hacernos pasar por falsa la pérdida de los derechos nacionales en 1716, el olvido voluntario de los duros años de represión de Primo de Rivera y de la dictadura fascista franquista, o de otros momentos oscuros de nuestra historia... las raíces nacionales y de sentimiento de pertenencia son fuertes. La muerte, la guerra, los juzgados, el gris de algunos actos no han acabado con Catalunya y con su razón de ser. Tampoco pasará ahora. Este largo recorrido que Catalunya ha vivido debe ser recordado y honrado por la memoria de los que ya no están. Pero, sobre todo, por el futuro de los que vendrán.

Es la hora de una Nueva Planta. Pero, ya no una Nueva Planta absolutista, centralista y de imposición. 300 años después, es la hora de una Nueva Planta del siglo XXI. Una Nueva Planta radicalmente democrática, libre, tolerante y plural. Una Nueva Planta votada por el pueblo. Hay que poner la democracia como valor supremo de la toma de decisiones con la participación de todos. 

De todos, porque este país ha sido capaz de transmitir nuestro sentido de pertenencia a todos los que viven en Catalunya. De todo el mundo porque el país es de todos y todas. Hombres y mujeres, niños y adultos. De los que piensan en rojo, los que piensan en azul, amarillo, verde, en naranja, en morado... en toda la modalidad de grises... incluso los que no les atrae ningún color. De los que han nacido aquí y los que han venido, y vendrán, de fuera. Los que hablan catalán y castellano, inglés, francés, gaélico, holandés, chino, árabe... cualquiera de las 200 lenguas de comunicación del Principado. Los que creen en un trascendente, sea el que sea, y de los que no creen o incluso lo niegan. De los que (como ha dicho recientemente un mandatario europeo)... los chicos que aman chicos, de las chicas que aman chicas, y los hombres y mujeres que se quieren.

Este país es de todos. Y la Nueva Planta la debemos decidir y construir entre todos y todas. Hagamos, pues, entre todos, un país próspero de justicia social, donde nadie se quede atrás. Comprometido con las personas y con la democracia. Demostremos al mundo que estamos a punto para el nuevo reto: decidir en libertad, y quien así lo crea: decidir por la libertad!

Sitgetanas, sitgetanos, patriotas, somos de un país que del miedo llamamos cordura. Que la cordura, tan nuestra, nos lleve muy lejos. Tan lejos como el pueblo quiera.

Visca Catalunya!

jueves, 8 de septiembre de 2016

Bando de la Fiesta Nacional de Catalunya 2016

Sitgetanas y sitgetanos.

Este año, la Fiesta Nacional de Catalunya conmemora los 300 años de la pérdida de nuestros derechos nacionales a través de Decreto de Nueva Planta, promulgado y publicado por Felipe V el 16 de enero de 1716. Han sido 300 años de esfuerzos y presiones para hacernos olvidar de dónde venimos y para matizar, o incluso maquillar nuestra historia, la que nos ha llevado hasta aquí. Pero, lejos del olvido de la realidad, el tiempo, que es terco, demuestra que nos ha servido para tener claro, cada vez más, donde vamos y qué queremos.

La tradición dice que la historia la escriben los vencedores y que poco se sabe de los vencidos. En Catalunya, sin embargo, hemos podido mantener bien fuerte la presencia del recuerdo de nuestra pérdida, a pesar de los intentos de hacernos pasar por falsa la pérdida de los derechos nacionales con el Decreto de Nueva Planta, a pesar del olvido voluntario de los años de franquismo o pese otros momentos oscuros de nuestra historia.

Las raíces son fuertes. Tanto, que hemos conseguido transmitir nuestro sentido de pertenencia a todos los que viven en nuestro país. Nuestro trabajo es ampliar esta base social de amor a la patria. Y ampliar -y también garantizar- el apoyo a un futuro país próspero, con justicia social, comprometido con las personas y con la democracia, y nacionalmente libre para demostrar al mundo que estamos listos para el nuevo reto.

Visca Catalunya!