lunes, 28 de noviembre de 2016

El 2017: el año de los equipamientos culturales

Autoridades, creadores, gestores culturales, estudiosos, representantes de asociaciones y colectivos, señoras y señores, muy buenas noches a todos. Antes de nada, permitidme que felicite a los ganadores y ganadoras de los diferentes premios, reconocimientos y distinciones recibidas. Los rostros y caras de satisfacción exponen con nitidez vuestra alegría, absolutamente justificada:
  • Al periodista Joan Sella, por las documentadas y sabrosas crónicas gastronómicas que periódicamente nos regala en L’Eco.
  • Al pintor Carles Castellví y al escultor Jordi Gich por la magia que nos muestran sus obras, que podemos ver expuestas en el Miramar, junto con el resto de piezas seleccionadas de los concursos Sanvicens y Pere Jou. 
  • A Natàlia Carmona, por su voluntad de búsqueda, documentación y estudio.
  • A Francesc Barnés, a título póstumo, por su bondad, capacidad de servicio e intuitiva visión privilegiada a través del ojo de su cámara. 
  • A la sección de fotografía de el Grup d’Estudis, per la entusiasta tarea para difundir el valor de la imagen fotográfica acercada al gran público. 
  • Y al músico Ramon Mirabet por llevar el nombre de Sitges donde va, acompañando una carrera que cada vez abraza y abrazará más éxitos. 
A todos y todas: muchas felicidades!

Y también querría felicitar la gente que hace posible estos premios. La gente de las entidades, de las asociaciones y otros colectivos de signo diverso que, entre sus propósitos, figura esta acción tan noble y necesaria como es reconocer el trabajo bien hecho, el talento y las trayectorias. Felicidades, porque sois el motor. Y el motor es una parte imprescindible en cualquier funcionamiento dinámico: desde un vehículo hasta una entidad o una comunidad colectiva. Sin motor un proyecto no funciona. Ni tan solo se puede poner en marcha. Felicidades y gracias por vuestro trabajo.

Fijaros que me he referido a dos de los tres principales pilares que tiene la estructura básica de un sistema cultural: los creadores y los organizadores o impulsores de la política y la acción cultural. La primera (los creadores) constituyen el talento y la base de cualquier manifestación cultural. Ellos hacen el arte. Sea con un pincel, un teclado, una guitarra, una cámara o las manos. El arte como forma de expresión, conocimiento o evasión.

Pero si al lado de los creadores –detrás suyo– no hubiera los agentes que propicían la canalización, difusión o finanzamiento –por limitado que sea– del arte, la creación estaría condenada. Las asociaciones, instituciones, fundaciones u otros colectivos aportan dimensión y cuerpo a la cultura y resultan imprescindibles como lo son los mismos creadores.

Santiago Rusiñol llegó a Sitges e hizo del pueblo uno de los escenarios y escaparates más relevantes de las artes a finales del siglo XIX. Pero si Rusiñol no se hubiera encontrado una sociedad activa y en movimiento, difícilmente hubiera podido articular su Templo del Modernismo y convertir Sitges en una capital cultural. El Sitges que se encontró Rusiñol era un Sitges en movimiento. Apenas habían nacido el Retiro y el Prado, y más recientemente, L’Eco de Sitges.

I permitidme que, hablando de Santiago Rusiñol y de L’Eco, apunte unas palabras en recuerdo de dos sitgetanos de larga, sólida y noble trayectoria que nos han dejado los últmos días: Genís Muntané y Josep Manuel Soler, Josep de L’Eco. Genís y Josep representaron a lo largo de su vida este Sitges que hoy estamos premiando y reconociendo. Fueron un ejemplo de entrega, servicio i sitgetanismo.
Los creadores y las asociaciones son dos de los pilares de la cultura. Y el tercero que tenemos son los equipamientos. La expresión de la cultura necesita plataformas y escenarios que canalicen su recorrido y se pongan al servicio de los creadores e impulsores. Y este es uno de los retos de la hoja de ruta del Gobierno Municipal en materia de equipamientos culturales.

En este sentido, quiero remarcar que el 2017 será en Sitges el año de los equipamientos culturales. Después de muchos años difíciles para la salud de la cultura, a causa de las limitaciones presupostarias, los nuevos entornos nos generan aire renovado y optimismo emergente. Los últimos años han supuesto sacrificios –probablemente en algunos casos excesivos–, pero la buena gestión económica y el entendimiento institucional nos permiten ahora impulsar diferentes proyectos. Y los equipamientos son clave.
  • Hace unos días, la concejala de Cultura, Tradiciones y Fiestas, Rosa Tubau, acordó con la presidenta del Retiro, Elena Ferré, la habilitacion del local que el Ayuntamiento tiene en este edificio para usos culturales. Se trata de una sala que a finales de los años 90 adquirió el Ayuntamiento pero que no ha tenido un uso específico desde aquel momento. Ahora, la voluntad es poner este espacio al servicio de las entidades culturales y responder de esta forma a una demanda que nos han hecho llegar varias asociaciones.
  • Hace justo dos semanas anuncié con el diputado de Presidencia de la Diputación de Barcelona, Jaume Ciurana, la cesión del Edificio Miramar y sus anexos al Ayuntamiento de Sitges por 20 años, renovables 30 años más, es decir, hasta 50 años de cesión. El Miramar es propiedad de la Diputación y ahora, gracias a este acuerdo, continuará bajo gestión municipal, con el compromiso de ampliar su uso como espacio cultural.
  • El verano de 2017 volverá a abrir el Museo Romántico – Can Llopis una vez hayan finalizado los trabajos de reforma, adaptación interior y reordenación de las colecciones.
  • También en 2017, dejaremos a punto de acabar los trabajos de reforma de Can Falç. La passada primavera finalizó la adaptación de parte de la planta baja. En 2018 está previso que Can Falç abra como un nuevo museo y centro patrimonial y cultural de Sitges.
  • Y más museos. Porque es la condición que tendrá la Fundación Stämpfli, cuando acaben los trabajos de ampliación de las instalaciones que el matrimonio Stämpfli esta llevando a cabo en un nuevo acto de infinita generosidad con Sitges y con el arte. Con la ampliación que hacen en la calle d’en Bosch, las instalaciones de la Fundación tendrán más de 1.300 metros cuadrados dedicados al arte contemporáneo. Con Can Falç y la ampliada Fundación Stämpfli, Sitges tendrá cinco museos.
  • Durante 2017, está previsto que empiecen los trabajos de reforma del Palacio de Maricel, para los cuales ya hemos recibido la subvención de la Diputación de Barcelona. La reforma será del tipo estructural y nos va a permitir aumentar los niveles de protección y conservación de uno de los edificios más emblemáticos de Sitges.  
  • Como antes os ha indicado la concejala Rosa Tubau, durante el 2017 volveremos a abrir la Biblioteca Santiago Rusiñol, una vez reformada y rehabilitada: acabaremos las anheladas obras del tejado del salón teatro del Casino Prado y continuaremos luchando por adquirir el edificio del antiguo Patronat de la calle Parellades.
  • La conservación del patrimonio también será la base de la actuación de recuperación, y hoy lo anunciamos aquí, de la ermita y la masía de Santa Bárbara, actuación también programada para 2017. Queremos que la ermita y la masía sean de uso público. 
El local municipal del Retiro, Miramar, los museos, la biblioteca, Can Falç, la ermita de Santa Bárbara... Como veis, el próximo año nos llega cargado de proyectos de notable relieve para dibujar un mapa de equipamientos culturales con más cuerpo, y sobretodo, con más protección. La mayoría de espacios tienen un preciado valor patrimonial y para nosotros, su conservación y pretección constituyen una prioridad. Pero también su acceso y adaptación a las necesidades culturales del Sitges de hoy.

Hace dos semanas, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, inauguró en Sitges la exposición central del Año Ramon Casas. Que Sitges organice, impulse y exporte un evento de este tipo –que el año que viene viajará a Madrid y Palma de Mallorca– supone el reconocimiento de una apuesta fuerte para la condición de Sitges como capital cultural.

La exposición de Ramon Casas nos sitúa en el centro del universo cultural de Catalunya, como también lo consiguen algunos de nuestros festivales u otras manifestaciones culturales que se organizan desde Sitges con vocación nacional, o, incluso, internacional. Precisamente ahora, la Concejalía de Cultura está trabajando en un nuevo festival para ampliar nuestro mapa de eventos: el Festival de Música que celebraremos en los Jardines de Terramar el verano que viene.

Grandes exposiciones, festivales y eventos que centran la atención y los focos convierten Sitges en generador, escenario y proyector de cultura. Pero al mismo tiempo, nuestro sistema cultural necesita la cultura de proximidad y el fomento del talento local. Y este es uno de los ejes en los cuales trabaja la Concejalía de Cultura, a través de su programa de exposiciones estables, ediciones periódicas y organización de actividades de diferente formato. Pero también acompañando las entidades y los creadores en sus proyectos y en la medida de nuestras posibilidades.

La cultura es activa y genera retorno cuando es bidireccional. Es decir, cuando todas las partes aportan su granito. El Ayuntamiento –y los organismos en los cuales participamos, como el Consorci del Patrimoni y el Festival de Cine, entre otros– están para impulsar grandes proyectos y poner a punto los equipamientos y la reforma de los edificios. Y vosotros –creadores y asociaciones– estáis para impulsar vuestros proyectos, que también son grandes proyectos para Sitges y que nos los hagamos nuestros, de todos. Porque un Sitges que solo viva de las grandes manifestaciones culturales sería un Sitges cojo. Por este motivo, vuestra aportación no solo será útil y necesaria, sino que es imprescindible.

La cultura es un pilar del estado del bienestar, como lo son la educación, la sanidad, el habitaje o los servicios sociales. I por tanto, hace falta dotarla de contenidos, de finanzamiento, de diálogo y de una acción bidireccional. Y el 2017 está destinado a ser un ejercicio especialmente importante, en que haremos más sólido nuestro mapa de equipamientos culturales. Y, por tanto, continuar tejiendo nuestra condición de capitalidad cultural.

Muchas gracias a todos y buenas noches.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Inauguración de la exposición de Ramon Casas

Ahora hace casi dos años nos reunimos en este mismo Racó de la Calma para inaugurar la reapertura del Cau Ferrat y el Museu de Maricel, después de un intenso y cuidadoso proceso de reforma. Ya en aquel momento, justo a las puertas de la Navidad, nos hicimos venir bien el verso de J.V. Foix, M'exalta el nou, m'enamora el vell para definir lo que nos ofrecían unos museos que conseguían recuperar la esencia de su patrimonio proyectándolo y adaptándolo a las necesidades actuales y de futuro.
Hoy –en la inauguración de esta maravillosa exposición sobre Ramon Casas, su mundo y su época– reafirmamos el compromiso de nuestros museos para ser un excelente escaparate del patrimonio que acogen sus colecciones. Pero al mismo tiempo, por ser un activo dinamizador del pulso cultural del Sitges de hoy.

I esta exposición que inauguramos hoy lo confirma claramente. Ramon Casas, la modernidad anhelada es la exposición central del Año Ramon Casas, un rico y sugerente paseo por la obra del genial artista del Modernismo, que dialoga con otros creadores que le influyeron o a los cuales él influyó. Una exposición de primer nivel, que ha permitido traer a Sitges pinturas de algunas de las más reconocidas pinacotecas europeas.

Que el principal acontecimiento del Año Ramon Casas se celebre en Sitges no es ninguna casualidad.
  • En primer lugar, porque nuestros museos acumulan una completa colección de su obra: en el Cau Ferrat y el Museo de Maricel hay 100 piezas de Ramon Casas, entre óleos, dibujos y carteles. Sin ninguna duda, se trata de una significativa colección que ofrece una completa dimensión del arte del cambio de siglo en nuestro país.
  • En segundo punto, porque Ramon Casas jugó un papel determinante en la historia cultural de Sitges, al lado de Santiago Rusiñol y Charles Deering. El mismo Casas fue el propietario de Can Rocamora, el edificio hoy integrado en el complejo del Cau Ferrat y Museu de Maricel e hizo continuas estancias en nuestro pueblo, con más o menos regularidad.
  • Pero, además de las razones de coherencia histórica, que la exposición central del Año Ramon Casas se haga en Sitges es posible porque nuestro municipio dispone hoy de unos museos que muestran el pasado artístico tal y como fue, pero que lo hacen en las más exigentes condiciones de rigor, calidad y posicionamiento.
La organización de una exposición de esta envergadura no hubiera sido posible sin la visión estratégica y la capacidad de trabajo del Consorci del Patrimoni de Sitges. Y tampoco no hubiera sido posible sin unas instalaciones perfectamente equipadas en razones de conservación, seguridad y accesibilidad como son hoy en día el Cau Ferrat y el Museu de Maricel.

En estos cerca de dos años desde su reapertura, el Cau Ferrat y el Museu de Maricel han cumplido con creces su principal misión como museos de arte que acogen colecciones de notable valor patrimonial. Pero, al mismo tiempo, también se han convertido en un canal de dinamización cultural de Sitges de extraordinario valor cuantitativo... pero especialmente cualitativo.

En un municipio como el nuestro, que vive del turismo, los datos importan. Y por este motivo, que en estos 22 meses y medio, el Cau Ferrat y el Museu de Maricel hayan recibido 68.000 visitantes y 1.500 grupos es un motivo de satisfacción, que ilustra su papel relevante, así como la capacidad de atracción.


Pero al mismo tiempo, en una localidad como la nuestra –que efectivamente vive del turismo pero que presume de su condición de capitalidad de las artes– los datos no lo son todo. La organización de esta exposición nos permite situar Sitges en el primer plano del panorama cultural nacional. Lo hacemos con satisfacción, ilusión, pero también con la convicción que la cultura es el mejor de los rostros que puede dibujar Sitges. Lo hicimos hace más de cien años, en la época de Casas y Rusiñol. I lo hacemos ahora, con la herencia que nos dejaron, al servicio del pueblo y de las artes.