Este año, la Fiesta Nacional de Catalunya
conmemora los 300 años de la pérdida de nuestros derechos nacionales a través
de Decreto de Nueva Planta, promulgado y publicado por Felipe V el 16 de enero
de 1716. Han sido 300 años de esfuerzos y presiones para hacernos olvidar de
dónde venimos y para matizar, o incluso maquillar nuestra historia, la que nos
ha llevado hasta aquí. Pero, lejos del olvido de la realidad, el tiempo, que es
terco, demuestra que nos ha servido para tener claro, cada vez más, donde vamos
y qué queremos.
La tradición dice que la historia la escriben
los vencedores y que poco se sabe de los vencidos. En Catalunya, sin embargo,
hemos podido mantener bien fuerte la presencia del recuerdo de nuestra pérdida,
a pesar de los intentos de hacernos pasar por falsa la pérdida de los derechos
nacionales con el Decreto de Nueva Planta, a pesar del olvido voluntario de los
años de franquismo o pese otros momentos oscuros de nuestra historia.
Las raíces son fuertes. Tanto, que hemos
conseguido transmitir nuestro sentido de pertenencia a todos los que viven en
nuestro país. Nuestro trabajo es ampliar esta base social de amor a la patria.
Y ampliar -y también garantizar- el apoyo a un futuro país próspero, con
justicia social, comprometido con las personas y con la democracia, y
nacionalmente libre para demostrar al mundo que estamos listos para el nuevo
reto.
Visca Catalunya!
Visca Catalunya!