lunes, 26 de septiembre de 2011

100 días: balance inicial

 
El gobierno municipal de La Nova Majoria de Sitges ha cumplido los primeros cien días de gestión. La conmemoración de esta simbólica cifra invita a realizar las primeras valoraciones y análisis y que permite a los ciudadanos captar las líneas estratégicas y el estilo de sus gobernantes. Por este motivo, también en nuestro Ayuntamiento estos cien días de gestión nos permiten efectuar un balance inicial.

Éramos concientes donde nos metíamos. Cada uno de los trece concejales que integramos el gobierno de La Nova Majoria sabíamos que la situación financiera del Ayuntamiento era complicada y delicada ¬–ya lo habíamos denunciado las diferentes formaciones políticas que integramos el actual gobierno– como consecuencia de una política errática que ha consistido en gastar mucho más de lo que se disponía o simplemente, lo que no se tenía.

Los balances económicos confirman las cifras que nos temíamos: 43 millones de euros de deuda con los bancos y 22 millones de déficit acumulado. Son unas cifras, efectivamente, preocupantes. Por este motivo, buena parte de nuestra energía como gobierno está orientada a reducir el impacto negativo de esta herencia y solucionar, en la medida que sea posible, la situación.

Y las soluciones son posibles. Esto es lo que está demostrando el equipo de Jordi Mas en la cocejalía de Hisenda i Innovació pública. La renegociación con las entidades financieras, la reducción de la estructura municipal, la desaparición de sociedades municipales y el rigor en el control de los gastos están dando los primeros resultados positivos, que han permitido empezar a pagar facturas atrasadas a pequeños proveedores de Sitges y la comarca, algunas de ellas hacía más de un año que estaban pendientes.

En esta línea para superar la herencia financiera, una de las prioridades abordadas por el gobierno municipal ha sido garantizar la prestación de determinados servicios básicos para la población, como la recogida de basuras y la limpieza de la vía pública, la gestión de las guarderías municipales o del centro de día para personas mayores. Se trata de tres servicios públicos que prestan empresas externas según concesión pública. La elevada deuda acumulada por el Ayuntamiento con estas empresas, en algunos casos con cifras realmente escandalosas, ha generado momentos preocupantes, porque las empresas y los trabajadores –hartos de no recibir los legítimos importes por sus servicios– no querían soportar más esta situación. Ha sido la capacidad negociadora y la voluntad de entendimiento entre el Ayuntamiento, las empresas y sus trabajadores, lo que ha conseguido que estos servicios básicos puedan continuar prestándose.

El ejemplo de estos tres servicios ilustra la situación que estamos viviendo. Igual que con estas tres empresas, en muchos otros casos –con pequeños y medianos proveedores–, nos encontramos con escenarios complejos e irresponsables, con los que en su día se asumieron una serie de adquisiciones o compromisos que resultaban irrealizables.
Con todo, la prioridad en aportar soluciones a la crítica situación económica del Ayuntamiento, el gobierno de La Nova Majoria tiene otros proyectos e iniciativas orientadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, contribuir a proyectar la imagen del pueblo y mantener nuestro patrimonio arquitectónico. La paralización de la reforma de los museos en aquellos puntos que rompían la imagen de la fachada marítima, las acciones para parar la venta ambulante en la calle, la mejora de los servicios en las playas o el desarrollo de políticas de ayuda a las personas son algunas de las acciones impulsadas por el equipo de gobierno en estos cien primeros días de gestión. Las próximas semanas, haremos público el Pla de Mandat, que reunirá las líneas estratégicas de la legislatura.

Paralelamente a la gestión pública, hay otro aspecto que querría resaltar de estos tres meses como alcalde. Es el contacto con la gente, con las entidades y con los diferentes grupos de la villa, a pesar de los vientos que soplan, mantienen intacta su ilusión en sus proyectos colectivos y el día a día de sus respectivas asociaciones. El Sitges de hoy es producto de la riqueza de su sociedad civil, que es uno de nuestros valores más preciados.