El nuevo cartapacio que se constituyó hace dos semanas ya trabaja a pleno rendimiento. La nueva organización del Govern Municipal, fruto de la salida de tres regidores del Partido Popular, refuerza las funciones y líneas de trabajo y corrige algunos déficits acumulados.
El cambio forzado para cubrir las vacantes dejadas por los tres regidores dimitidos ha sido una buena oportunidad para reconducir algunas dinámicas internas, especialmente en la Regidoria de Governació y en el área de Promoció de la Vila. Con las distribuciones de gobierno, los trabajos interdepartamentales se refuerzan completamente. El cartapacio se ha diseñado con el doble fin de continuar aplicando el Pla de Mandat –que establece las líneas de gobierno de la actual legislatura– y facilitar el dinamismo, la agilidad y eficacia de la gestión municipal.
Con el nuevo cartapacio, se ha cerrado el desagradable capítulo que empezó en agosto, cuando los tres regidores del PP decidieron tomarse un tiempo de reflexión a raíz de una decisión democrática del Pleno Municipal, que amparaba la expresión, también democrática, de los ciudadanos de Sitges que se pronunciaron sobre la consulta del cambio de nombre de la plaza y la calle España. Las decisiones del pleno pueden compartirse o no. Se pueden abanderar o se pueden discrepar con claridad. Pero, lo que no se puede hacer es dejar de cumplir o forzar a que no se ejecuten. Entiendo que a los regidores del PP no les guste la decisión del Pleno Municipal y de la mayoría de ciudadanos que votaron. Sé que no les resulta fácil ni agradable. Pero, por encima de posicionamientos, ideologías y banderas, está la Democracia. Con mayúsculas.
El nuevo camino abierto por el Govern Municipal necesitará variables nuevas y renovada capacidad para seguir hacia delante con determinados proyectos. De esto, soy totalmente consciente. Y lo asumo. Es el momento de que la responsabilidad se imponga por encima de los dogmatismos. Y que el bien de Sitges y de sus ciudadanos sea el verdadero motor de la política local. Acepto de buen grado la responsabilidad de seguir aplicando el Pla de Mandat y sus líneas de trabajo con el fin de reforzar la proyección de Sitges y la creación de políticas nuevas y acciones de ayuda a las personas. El actual momento en que vivimos exige responsabilidad y compromiso. Y Sitges, obviamente, lo vale.
