El Festival ya está de nuevo en Sitges. Fiel a su cita de cada otoño, el Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya presenta este año un cartel que combina lo bueno y lo mejor del cine fantástico internacional con trabajos realizados por pequeños productores con bajo presupuesto e, incluso, rodados con teléfono móvil, como algún caso ilustrativo. La actual crisis causa estragos en la industria del cine, pero, al mismo tiempo, –y parece una paradoja– genera nuevas oportunidades creativas y emprendedoras. Y nuestro Festival, que es muy sensible a estos nuevos caminos de la cultura audiovisual, les abre con acierto las puertas.
Sitges saluda a una nueva edición del Festival y lo hace con ese entusiasmo que todos tenemos cuando algo nuestro triunfa. El Festival ya está consolidado como el más importante a nivel internacional de cine fantástico y se ha convertido en una de las principales plataformas culturales de Catalunya. El conseller Ferran Mascarell dijo en la rueda de prensa que se efectuó ante centenares de periodistas el lunes pasado: la aportación que realiza la Generalitat a Sitges es la más importante, en cantidad, de todas las que hace a festivales de cine.
Para Sitges, el Festival es muy relevante en la promoción turística y al mismo tiempo consigue un gran impacto. Las cifras del festival lo dicen contundentemente: 300 millones de lectores de prensa, 65 millones de espectadores de televisión, una campaña valorada en millones de euros, una alcance global... Los beneficios que genera el Festival de cine en la marca Sitges y su posicionamiento como sede de actividades culturales internacionales y organizadora de eventos de primer nivel, son incalculables.
Por este motivo, el Festival representa una prioridad en la política de promoción de Sitges y en la acción cultural e institucional de este gobierno. Hemos trabajado para contribuir a esta proyección, a pesar de la difícil y compleja situación económica que vivimos.
Paralelamente, este gobierno municipal también se ha marcado como prioridad reforzar la identidad totalmente sitgetana del Festival de Cine. El director lo subrayó en la rueda de prensa de presentación: el Festival siempre ha sido de Sitges y lo seguirá siendo. Pero el importante crecimiento que Sitges está experimentando en los últimos quince años gracias, entre otros aspectos disponer de unas excelentes instalaciones en el Auditori– ha provocado una cierta pérdida del ambiente y el espíritu que antiguamente se respiraba en las calles del centro de Sitges.
Estamos trabajando intensamente para poder invertir esta tendencia y, por este motivo, hemos llevado a cabo diversas iniciativas para que el Festival se viva intensamente fuera de Aiguadolç. Por segundo año consecutivo, volvemos a hacer doble sesión de inauguración en el Retiro y de clausura en el Prado. Hemos recuperado el concurso de escaparates, igual que hace dos años recuperamos el Menú Fantàstic.
También, hemos abierto una nueva sala de proyecciones gratuitas en Can Falç. Este año, un emblemático lugar como el Palau de Maricel se suma a las actividades del Festival ofreciendo una exposición de los carteles de todas las ediciones anteriores del certamen que forman parte del Arxiu Històric de Sitges. Recintos como el Espai Jove o la Piscina también se han sumado al Festival con diferentes actividades...
Las posibilidades económicas son escasas, aunque la voluntad e imaginación son inagotables. Y esto permite que nuestro Festival continúe creciendo y también aproximarlo, en la medida de lo posible, al pueblo que le quiere y del que se siente muy orgulloso. Sitges es Fantàstic.
