“Sitges sufrió su propio 11 de septiembre, aunque no con la crueldad que se vivió en la capital de Catalunya. Un año antes, transcurría el mes de julio de 1713, cuando las tropas borbónicas entraron en nuestro pueblo, sometiéndolo al dominio del rey Felipe V. Sitges, esta pequeña parte del país, como el resto de poblaciones de la comarca, perdía las libertades nacionales centenarias un fatídico 27 de julio de 1713.
27 de julio, en Sitges; 11 de septiembre, en Barcelona, son un referente en la historia de esta nación que somos, de este país que construimos. Aunque las fechas pueden ser insignificantes, las personas no. Los que perdieron la vida, los que vieron sus proyectos personales y colectivos rotos, pueblos enteros aniquilados. Lejos queda aquél siglo XVIII. Más cerca nos queda el siglo XX, el de la recuperación de las instituciones de autogobierno. Y ahora, el siglo XXI, nos tiene que llevar al orgullo nacional de vivir plenamente al servicio de las personas.
La nación no tendría sentido sin valorar primero a los catalanes y catalanas, sin distinción ni de origen, ni de lengua, ni de condición, ni de orientación. La Catalunya del siglo XXI se ha de continuar construyendo dentro del progreso, la igualdad, la libertad y la justicia social.
Engalanemos los balcones y ventanas con la senyera. Que todo el mundo vea que la nación entera se siente y está en cada casa, en cada pueblo, villa o ciudad. Os invito a participar en el acto institucional que celebraremos en Sitges el día 11 de septiembre a las 11 de la mañana ante la estatua del Doctor Robert en la Plaça del Ajuntament.
El país vive momentos difíciles, aunque no sean trágicos como lo que se vivió en 1713 y 1714. Pero vive tiempos, donde el futuro, puede ser mejor, mucho mejor. Solo hay que tener una actitud positiva, ideales de inclusión, capacidad de resistencia y escuchar la voluntad del pueblo.
Vivimos esta Diada Nacional con un horizonte de libertad. Visca Sitges y Visca Catalunya!”.
