martes, 22 de noviembre de 2011

Los museos que quieren los sitgetanos

El pasado 27 de octubre, el Ayuntamiento de Sitges y la Diputació de Barcelona constituyeron el nuevo Consorci del Patrimoni de Sitges. Se trata, más allá del trámite administrativo que implica este acuerdo, una noticia de notable transcendencia política, ya que confirma la reorientación de las obras de reforma de los museos Cau Ferrat y Maricel según los criterios defendidos por el gobierno municipal de La Nova Majoria, y compartidos por los órganos de gobierno de la Diputació.

Uno de los puntos del acuerdo de gobierno de La Nova Majoria, firmado el pasado 3 de junio tras las elecciones municipales, fue la protección del patrimonio arquitectónico, que tradicionalmente ha hecho de nuestra villa un singular y admirado lugar. El proyecto de reforma de los museos presentado por los anteriores gobiernos, municipal y provincial, vulneraba este criterio, en tanto que afectaba negativamente la conservación del patrimonio de los edificios objeto de la actuación.

Una de las primera instrucciones que dí, nada más salir elegido como alcalde, fue parar la reforma de aquellos puntos que no cumplían con estos criterios, en consonancia con la línea argumentada por la plataforma ciudadana SOS Sitges, a la que quiero agradecer la actitud de conciencia para preservar nuestro patrimonio que han demostrado durante estos años.

En este sentido, el nuevo Consorci del Patrimoni surgido del acuerdo entre Ayuntamiento y Diputació ya está gestionando las obras de la reforma de los museos reconduciendo tres puntos de importancia absoluta: la supresión de la fachada de vidrio y de la rampa exterior con vistas al mar que rompían con el conjunto arquitectónico original, la eliminación de las tarimas del Cau Ferrat realizadas para esconder el cableado y que han hecho que se perdiera la dimensión y la perspectiva del interior, y la modificación de la fachada de Can Rocamora (Can Xicarrons) para adaptarla al diseño original.

Ahora, con la constitución del nuevo Consorci, llega la hora de las instituciones. Es el momento de que las obras de reforma de los museos –absolutamente necesarias, a causa del grave deterioro de los edificios– garaticen la ejecución de un proyecto ambicioso en los términos y plenamente respetuoso con nuestro patrimonio arquitectónico. Creo que no me equivoco si afirmo que la reorientación del proyecto coincide con el sentimiento generalizado de los sitgetanos y sitgetanas, que mayoritariamente nunca han visto con buenos ojos las intenciones del anterior proyecto.

Por este motivo, las dos instituciones que constituímos el Consorci hemos acordado nombrar a Vinyet Panyella como directora-gerente del nuevo organismo, cargo del que tomará posesión en los próximos días. El perfil de Vinyet es el ideal para este puesto de responsabilidad y más en este momento en que hay que gestionar con mucho cuidado y habilidad la reconducción de las obras de reforma: una sólida experiencia en la gestión cultural, una brillante trayectoria intelectual y un profundo amor por Sitges y su patrimonio en toda su inmensidad. Que Vinyet haya aceptado este encargo es una garantía para el Consorci y la gestión que alcanza el mismo: los museos, el Palau Maricel y la Fundació Stämpfli – Art Contemporani.