lunes, 17 de octubre de 2016

Acto de homenaje al President Companys

Un año más nos reunimos delante el monolito levantado a la memoria del President Lluís Companys i Jover, en el aniversario de su fusilamiento por parte del régimen fascista franquista, para hacer memoria del Presidente Mártir. Y queremos hacer memoria del President Companys, pero también de todas las víctimas de la Guerra Civil española y de la represión del general Franco. Porqué hace un año, el 8 de septiembre de 2015, el gobierno de la Generalitat de Catalunya acordó proclamar el 15 de octubre como el Día Nacional en memoria de las víctimas de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura franquista.

La fecha coincidía el año pasado con el 75 aniversario del fusilamiento del Presidente Companys, máximo representante institucional de los ciudadanos y ciudadanas de este País y único presidente escogido democráticamente en la Europa Occidental que ha sido ejecutado por el fascismo. Este Día Nacional, y este acto sitgetano, tiene en cuenta la existencia de la pluralidad de memorias, que queremos que sean reconocidas sin resentimientos y de forma constructiva, así como las diversas iniciativas que ha puesto en marcha para el esclarecimiento de la verdad y de la reparación moral y simbólica de todas las víctimas y supervivientes.

Todos podemos contribuir. También desde el mundo municipal.Por eso, nos satisface colaborar en la recuperación de la memoria histórica. Como es el caso que está investigando el historiador de Sitges, Jordi Mil, sobre el brutal asesinato de 7 jóvenes milicianos de Sitges la madrugada del 11 de octubre de 1936 (ahora hace 80 años) en el frente de Aragón durante la Guerra Civil. Un trágico suceso que formará parte de la obra que prepara Jordi Milà y que llevará por título “Històries d’un poble silenciós”, editada por el Ayuntamiento de Sitges para conmemorar el 80 aniversario del inicio de la Guerra Civil. 

Historias particulares de sitgetanos, memorias particulares de muchos catalanes... Probablemente, todos, en nuestra casa, tenemos historias vinculadas a la Guerra Civil y la represión franquista. Historias de familiares que forman parte de nuestra historia colectiva, de nuestra memoria colectiva como pueblo, como nación. Esta es la memoria que hoy recordamos y homenajeamos. La del Presidente Mártir, pero también la de tanta y tanta gente de un pueblo silencioso y silenciado que nunca ha agachado la cabeza delante los que querían arrancarle la dignidad, los derechos y la libertad.

Por eso, tampoco podemos callar i hacer como si nada pasase delante los que, aún hoy, niegan o banalizan el fascismo y todo lo que supuso. Tanto si lo hacen desde un comentario a pie de plaza como desde las redes sociales o aprovechando un micrófono en el salón de plenos. Por la memoria de tantas personas que sufrieron la represión, persecución, encarcelamiento, campos de concentración, torturas y muerte en el peor de los crímenes contra la humanidad cometidos en el siglo XX... Es intolerable banalizar el nazismo y el fascismo!

Y aún más. Es insultante banalizar el nazismo y el fascismo para intentar demonizar el proceso soberanista que vive Catalunya. Porqué el proceso de emancipación nacional de Catalunya es un proceso pacífico, democrático, tolerante y cívico. I así continuará siendo. Los hombres y mujeres de este país decidirán libremente cual tiene que ser su nuestro futuro político. Y lo harán desde la noble convicción de la democracia y de la pluralidad de ideas, orígenes, lenguas... porqué este siempre ha sido un país de inclusión, de diversidad, de tolerancia y de respeto. La Catalunya del 2016 es así. Y la Catalunya de las nuevas generaciones será así y, si puede ser, mejor, con mayor igualdad y con mayor justicia social.

Fijemos, pues, en los valores republicanos de una sociedad más justa e igualitaria y sin discriminaciones, la esencia de la nueva Catalunya Estado. Valores que tanto defendieron y lucharon nuestros bisabuelos y bisabuelas, abuelos y abuelas, padres y madres. Pero, hagámoslo pensando en nosotros y en los nuestros hijos y nietos.

Honor y gloria al President Companys. Honor y gloria a los demócratas de todos los tiempos. Sin olvidar las palabras de Lluís Companys antes de morir asesinado, descalzo, sobre la tierra catalana: “Muero por Catalunya y por la República. Soy feliz de morir en Catalunya y si hay alguna cosa por la que me pesa es solo que ya no podré hacer nada por mis ideales. Que tengan valor los que aún quedan, esperanza y firmeza. Visca Catalunya!”.