jueves, 6 de octubre de 2016

El primer festival de cine fantástico del mundo

Películas, cortos, público, fans, directores, intérpretes, productores, industria, patrocinadores, instituciones, organizadores, voluntarios, comercios, escuelas, zombis… El Sitges-Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya es un rostro de múltiples caras, donde todas juegan papeles determinantes que acaban configurando un festival único y especial. A las puertas del 50º aniversario, que celebraremos el próximo año, el Festival mantiene su carácter genuino como auténtica manifestación del cine de género –con un papel muy relevante de los fans– y apostando al mismo tiempo por las tendencias más innovadoras del mundo audiovisual.

Sitges 2016 abre sus puertas a la realidad virtual, que permite mostrar las nuevas producciones en este formato, que ha llegado para quedarse. El Festival de este año confirma la apuesta realizada el año pasado por convertirse en un foco de atracción de la industria: el Sitges Pitchbox despierta el interés de talento e industria, la Blood Red Carpet atrae a actores y actrices con proyección que ven en Sitges una buena plataforma, y el village creado para complementar la oferta para el público amplía en esta edición prestaciones, servicios e interés por parte de distintas compañías por estar presentes. Todos estos datos nos confirman que el Festival de Sitges –junto con la presencia creciente de productores de cine de género para mostrar sus filmes y ver las presentaciones de nuevas cintas– está capacitado para ser un foco de atracción de la industria cinematográfica, que permite hacer crecer el certamen.

Sitges es una localidad especialmente orientada a los festivales. Los tenemos de distintas modalidades, perfiles y contenidos y recientemente hemos sumado uno de publicidad y nueva comunicación. Y todos ellos tienen como indiscutible marco de referencia y modelo a seguir el de cine. Desde que en 1968 Sitges creó la que entonces era la Semana Internacional de Cine Fantástico, que poco después centraría buena parte de su enfoque en el ámbito del terror (en Sitges todavía hay gente que al Festival lo llama el “Cine de Terror”), el Festival ha jugado un papel determinante en el dinamismo de la villa. Durante mucho tiempo, el Festival cerraba la temporada turística y ahora es la manifestación más destacada de proyección al exterior. Comercios, restaurantes, hoteles y el conjunto de la villa viven el Festival como diez días intensos en los que todo transcurre de una forma diferente, auténtica y genuina, tal y como corresponde al primer festival de cine fantástico del mundo.

Bienvenidos y bienvenidas a Sitges: disfrutad de la villa y de sus servicios y, especialmente, de todo lo que os ofrece el Festival, que cada año es más.