El 2011 ha sido un ejercicio de sacrificios y ajustes. Des de una perspectiva estrictamente municipal, estos ajustes han sido una de las medidas, absolutamente imprescindibles, que hemos tomado en el Ayuntamiento. La grave herencia económica recibida no nos ha dejado otra opción posible, si queríamos mantener la prestación básica de los servicios municipales. El delicado estado de las finanzas municipales es el resultado de una política irresponsable consistente en gastar lo que no se tenía y acumular una deuda insostenible. Como consecuencia de esta política, los ajustes han sido la única vía para salvar la nave y volver a buen puerto. En este camino y objetivo nos encontramos actualmente.
Con todo, estos últimos seis meses de 2011 también han sido para el nuevo gobierno municipal una oportunidad para mejorar los procesos de gestión, recuperar sintonía con agentes culturales, sociales y económicos de la villa y trabajar en proyectos e iniciativas que tendrán resultados en el futuro.
En épocas de restricción en las inversiones, como la actual, es el momento de buscar fórmulas imaginativas para obtener nuevos recursos. El gobierno municipal está trabajando de manera incansable en este objetivo y no tiene ninguna duda que los resultados favorables llegarán.
Esta es la linia que hemos estado aplicando, por ejemplo, en la escuela Agnès de Sitges, donde estamos implicando distintos agentes con el fin de aseguranos la construcción del equipamiento. No es fácil, pero hoy estamos más cerca de conseguirlo que meses atrás.
También en el terreno del desarrollo económico, en 2012 podremos recoger frutos de trabajos realizados, con constancia y eficacia, durante el año que ahora cerramos. Estamos trabajando en crear fórmulas de colaboración entre los sectores público y privado que contribuyan al impulso socioeconómico y la apertura de nuevas oportunidades de negocio. El éxito del encuentro con los parados, realizado el pasado 13 de diciembre, será aplicado a diferentes segmentos económicos, con el fin de estudiar y aplicar medidas conjuntas que favorezcan el empleo, el emprendimiento y las oportunidades económicas.
En definitiva, 2012 no será el año de las soluciones a la cantidad de problemas que amontonamos, pero sí nos presenta nuevas oportunidades de diálogo y de confianza en nuestras posibilidades. ¡Aprovechémoslas!
Feliz Año Nuevo
