lunes, 10 de febrero de 2014

La rigurosa gestión económica genera resultados positivos

El miércoles pasado celebramos en el Edifici Miramar la tercera Audiencia Pública. Preparé este acto con la misma fe y convicción que hace ahora un año y medio convocamos la primera; es decir, como una oportunidad que tiene el alcalde para mostrar las líneas generales de la acción de gobierno, la ocasión que los vecinos tienen de preguntar y criticar todo aquello que crean oportuno a su alcalde; y la conveniencia que tenemos las dos partes de dialogar de manera constructiva para mejorar la gestión municipal y los problemas de los ciudadanos.

Acabé satisfecho de esta Audiencia. Fuese porqué el gobierno tiene ahora más acción de gobierno para exhibir, fuese porqué los proyectos que tenemos para ejecutar este 2014 son muy ilusionantes o fuese porqué el diálogo que tuvimos todas las partes en este encuentro resultó constructivo, útil y una muestra de que, a pesar de los diferentes puntos de vista, compartimos la misma voluntad para hacer un Sitges mejor.

La fórmula de Audiencia es una buena herramienta para dialogar y construir complicidades. Y, al mismo tiempo, expone como en pocos casos una práctica de transparencia y participación. Más allá de estos dos tópicos, nos creemos los dos conceptos. Y el siguiente paso que lo confirma es que el próximo presupuesto municipal ofrecerá la posibilidad de realizar propuestas reales y activas a los ciudadanos. Los vecinos tendrá mucho que decir –proponer o criticar–en la elaboración del próximo presupuesto.

De los resultados de esta última Audiencia me quedo con varios puntos. En primer lugar, la evidencia de que una rigurosa gestión económica y de control del gasto genera resultados, pese a los sacrificios que provoca en un primer término. Hemos conseguido rebajar el déficit –a pesar de que la deuda es todavía muy importante y determinante–; y esto se ha traducido en unas actuaciones que han resultado necesarias y que no hubiésemos podido realizar en el estado que se encontraban las finanzas municipales en 2011. Por ejemplo: transportar arena a las playas de Sitges (muy deterioradas a causa de los temporales) y que consiguió salvar la campaña; la creación del carnet Blau y el Comedor social también han sido una actuación imprescindible para la gente que necesita estos servicios; la reducción de las tarifas del bus y el traspaso al Ayuntamiento del casal de gente mayor de la calle Joan Maragall, que, si no hubiera sido por esta acción, se hubiese cerrado al no querer asumirlo la entidad financiera que ha absorbido Caixa Penedès.

En segundo lugar, los proyectos que realizaremos en 2014 también son muy alentadores. Apostamos por mejorar las políticas de prestaciones sociales; reordenamos la gestión municipal para agilizar la creación de empresas y los servicios a los emprendedores; damos nuevos pasos hacia delante en la promoción turística y captación de empresas e iniciativas como el recién llegado Institue of the Arts Barcelona, y ejecutaremos un notable paquete de actuaciones de mejora pública que giran entorno a la conservación del patrimonio: inauguración de la reforma de los museos siguiendo criterios de conservación patrimonial, rehabilitación de la biblioteca y del edificio del Prado, mejora del túnel de Vallbona y sustitución de las baldosas de un tramo del passeig de la Ribera.

Y, por último, de la Audiencia del pasado miércoles me quedo también con la solidez que tiene este gobierno  municipal, como se demuestra cada día de la acción de gobierno y el trabajo interdepartamental. Las formaciones que integran el actual gobierno son las tres únicas que no han tenido que cambiar la lista de los electos con motivo de bajas –justificadas o no–y ha sido capaz de pactar presupuestos, actuaciones o mociones con todo el arco de representación municipal.


Tengo fe en 2014. Será un año de esfuerzos y dificultades, aunque también será un ejercicio en que se pondrá de manifiesto que algunos de los sacrificios de los anteriores años eran, además de necesarios, una inversión para el futuro.