La Festa Major 2012, como tantas otras manifestaciones y actuaciones, también está marcada por el difícil contexto económico y social que vivimos. Las restricciones presupuestarias se han acentuado en el presupuesto de la Comisión, que ha trabajado con inteligencia, habilidad y obstinación para que la esencia de la Festa se mantenga firme y viva y su desarrollo sea tan bueno como han sido los trabajos preparatorios. Los esfuerzos que las collas, los músicos, las compañías y grupos contratados y el resto de proveedores han llevado a cabo merecen un agradecimiento sincero y público. Como también hay que resaltar la colaboración que las empresas patrocinadoras han hecho este año para compensar la caída de la aportación pública.
La Festa, en su sentido y esencia, es ajena a restricciones y crisis. La Festa existía antes de que hubiesen aportaciones públicas y continuará proyectándose en el futuro como un signo de identidad y afirmación colectiva. El nuevo marco económico que vivimos nos obliga a reducir e incluso, eliminar determinadas partidas. Aunque, lo que no conseguirá la crisis y las obligaciones que se derivan es reducir la pasión que despierta la Festa Major.
El alegre sonido de las grallas, la composición visual de los bailes, el sentimiento del Ofici, la majestuosidad del castillo de fuegos, el olor a nardos, la emoción de los castells, el compás de las sardanas… la Festa Major admite mil visiones que confluyen en un mismo punto de salida y de llegada. La magia de la Festa Major se mantiene inalterable a los cambios que vive Sitges, a las transformaciones buscadas o forzadas, a la llegada de visitantes y nuevos vecinos. La Festa Major es nuestro territorio compartido donde reafirmamos nuestro sentido de pertenencia a un pueblo. Y esto, ni la crisis consigue romperlo.
BANDO de Festa Major: http://www.sitges.cat/jsp/noticies/detall.jsp?id=31990223
Fotografía de Marga Domingo