lunes, 10 de junio de 2013

Balance de los dos primeros años de gestión

Mañana martes se cumplen dos años de la constitución del nuevo gobierno municipal en el Ayuntamiento de Sitges del que soy alcalde. Bautizamos el acuerdo entre las cuatro fuerzas que queríamos un cambio y así forjar nuevo retos, como el Gobierno de la Nova Majoria. Sitges había escogido una nueva mayoría de gobierno con el fin de dejar atrás la errática gestión de los últimos años, en la que fuimos uno de los municipios más endeudados del país.

Estos dos primeros años de gestión han sido, como todos sabemos, difíciles y duros. Difíciles, porque gestionar un Ayuntamiento que arrastra un déficit de 67 millones de euros, requiere, por un lado, un trabajo preciso de ingeniería financiera y, por otro, una sólida capacidad de negociación. Duros, porque esta herencia que recibimos implicaba necesariamente tener que tomar decisiones nada agradables en todos los ámbitos que tienen relación económica con el Ayuntamiento: empresas, entidades, trabajadores y, en definitiva, el conjunto de los ciudadanos del municipio, que son los contribuyentes.

A pesar de todo, en ningún momento de estos dos años de legislatura municipal, hemos querido escondernos. Debíamos tomar decisiones que reorientasen la desastrosa gestión económica del gobierno anterior, que había hipotecado el Ayuntamiento para muchos años.

Y estas decisiones que se tomaron, a pesar de ser difíciles y duras, han demostrado que han sido necesarias y convenientes. Porque, ahora, tras dos años de gestión municipal, podemos enseñar los primeros resultados favorables en muchos años en la política financiera y económica del Ayuntamiento: hemos conseguido enjugar el déficit de 22 millones con el se empezó la legislatura, hemos logrado un ahorro neto de 4 millones de euros y cualquier proveedor tarda 3 ó 4 meses en cobrar del Ayuntamiento en lugar de los 24 meses de hace dos años. Son cifras positivas, aunque en ningún caso determinantes, ya que todavía acumulamos una deuda bancaria de 53 millones de euros, que continúa aconsejando una política de rigor financiero, control del gasto y gestión responsable.

Estos dos primeros años de legislatura –influidos por una corrección de deficiencias– nos han servido para establecer las bases del proyecto de recuperación que ya se ha empezado a aplicar. Se trata de los ejes básicos del Pla de Mandat de la legislatura: el Sitges de las personas, el Turismo como motor de renacimiento, Respeto por el entorno y el patrimonio e Implantación de nuevos modelos económicos.

De hecho, estos cuatro pilares ya han diseñado la política municipal en los últimos meses y han empezado a visualizarse en diversas iniciativas, que serán, en muchos casos, de gran importancia. En el caso de actuaciones como la inminente apertura de la nueva universidad de las artes escénicas en Sitges (Institut of the Arts Barcelona), que ha llegado a la localidad gracias a las gestiones realizadas por este gobierno; la puesta en marcha del Comedor Social, que cubre una necesidad urgente para un núcleo importante de personas; el próximo inicio de las obras de mejora y rehabilitación de la Biblioteca Santiago Rusiñol; la creación del Carnet Blau, que ofrece prestaciones sociales a las personas necesitadas y que ya suma 800 usuarios; o la reforma del Cau Ferrat y del Museo Maricel, garantizando la protección y conservación del patrimonio arquitParalelamente, este año 2013 sado por el anterior gobierno.

Paralelamente, este año 2013 ya es el momento para aplicar una rebaja en la presión fiscal: hemos reducido el precio del billete del transporte urbano y en 2014, tal como ya habíamos anunciado, rebajaremos a la mitad el impuesto sobre basuras y un 45% el de plusvalía.

Son momentos difíciles y duros, como he indicado antes. Aunque también esperanzadores, como se puede ver en los primeros resultados de impulso a las políticas de desarrollo económico, ayuda social y protección del entorno. Hemos creado una nueva cultura de gobierno donde la participación no es una palabra vacía de contenido, como se ha demostrado en las Audiencias públicas, donde todo el mundo tiene la oportunidad de participar, preguntar, sugerir o criticar, e incluso gritar, perdiendo los modales. Hay trabajo por hacer, todavía, aunque lo más importante de todo, es que tenemos muchas ganas e ilusión por hacerlo. ¡Continuaremos trabajando!